jueves, 24 de junio de 2010

Un poco precipitado.


Ya era martes 16/02/10 al fín, ese mismo lunes no pude hablar con él, no coincidimos los dos conectados.

Era el gran día, una sorpresa me esperaba.
Me parecía un poco pesado, sinceramente, no me dejaba ni un minuto, pero no os podeis imaginar lo que echo eso de menos ahora.
Me llamó a mi móvil con la escusa de oír mi voz, las cuerdas vocales me temblaban de una forma increible, con a penas un hilo de voz le saludé, poco a poco ese hilito se iba haciendo más grave, nos pasamos hablando dos horas.
De vez en cuando mi madre abría la puerta con la curiosidad de con quien podía estar hablando yo a las diez de la noche, no podía decirle otra escusa,que era mi mejor amiga Nuria.
Le extrañaba bastante el echo que de momento llamara tanto, pero no le podía decir la verdad.
Su voz era grave, pero al mismo tiempo suave como el terciopelo se despidió de mi, cuando a los instantes un sms me llegó diciendo; Se me ha olvidado decirte que
te quiero.
Los ojos se me pusieron como platos al leer esas palabras, tube que leermelo unas veinte veces antes de poder asimilar aquello.
Apagué las luzes, cojí mi oso de peluche y me acurruqué entre las sábanas.

1 comentario:

  1. Suele ser así, nos termina costando creer lo que de hecho es increíble. Un gran beso.

    ResponderEliminar