miércoles, 30 de junio de 2010

Sorpresas.

Era viernes, al fin. Había estado toda la semana esperándolo, ibamos a tener la casa para nosotros dos solos, pero surgió un imprevisto, su madre estaba allí, y yo no tenía fuerzas suficientes para sacar el coraje y conocerla a penas a las dos semanas de ''estar juntos''.
No se comó lo hizo, pero acabé en su casa.
Me había puesto mis vaqueros negros apretados y mi camisa de rallas.
Llamé al timbre, subí las escaleras cojida de la barandilla, los dedos parecian bailar, estaba nerviosa, inquieta, preocupada, tenia tantas cosas encima mia que acaché la cabeza y subí hasta el último escalón. Dí tres toques a la puerta ,me abrió él.
No le saludé como hubiera querido pero su madre se acercaba por el pasillo limpiándose las manos con el delantal, parecía estar haciendo la cena.
Me saludó tan amablemente y me dió dos besos, me presenté y nos sentamos en el sofá.
La tele me cansaba tanto que aparte la vista de ella, ahora había centrado mi mirada en la luz blanca que emitía mi móvil. Él me cogió de la mano y nos fuimos a su habitación, cojimos el ordenador portátil y nos pusimos una película. Mantubo durante el período de la película sus dedos entrelazados con los mios, me acariciaba la parte superior de la palma de la mano con su dedo pulgar. Apagó la pantalla, estaba todo oscuro.
Acercó sus labios a mi cuello, había encontrado mi punto débil, me sentí inutil y sin fuerzas para decirle que dejara de morderme, pero no tenia la pinta de querer parar en ningun momento.
Tube que apartarlo yo, no podíamos seguir así con su madre en casa. Esta vez acercó sus labios a los mios, eso ya me gustaba más.
Su madre le llamó, pero a los pocos mintuos ya volvía a estar conmigo, dijo de quedarme a cenar a su casa, pero mi madre no sabía nada, ella pensaba que yo estaba con casa de una amiga, le había mentido.
Deseaba quedarme con su família a cenar, pero mi madre debería saberlo, pero por móvil no eran formas de decirle que estaba en casa de mi ''novio''.
Le llamé y le volví a mentir, quedámos a las doce y media en el portal de mi amiga.
Las pizzas estaba riquísimas, y su madre era una de las mujeres más agradables que había conocido nunca.
Me sonó el móvil, era mi madre que ya estaba en el portal, que bajara o llamaría ella. Los ojos se me pusieron como platos, me puse la chaqueta me despedí de ellos y él me acompañó corriendo hasta detras de un muro.
Desde ahí podía ver a mi madre nerviosa y esperándo mi presencia.
Corrí todo lo que pude y más hasta llegar con ella.
Uf por los pelos-Pensé.

2 comentarios:

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    @We Speak Music!

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  2. Guau, menuda aventura la de esa tarde... me encanta como lo ha descrito ^^ te sigo :) Pásate si quieres.. Muakkkks :)

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